Los robots industriales están experimentando una mayor adopción en una amplia gama de industrias y están trayendo consigo una nueva era de productividad. A algunos les preocupa que esta productividad pueda costarles a las personas sus trabajos. Eso es una simplificación excesiva. Como la mayoría de los avances tecnológicos, los robots son herramientas valiosas que mejorarán nuestras jornadas laborales.
Los temores de que la automatización elimine puestos de trabajo no son nuevos. En el siglo XIX, los trabajadores textiles se organizaron para oponerse al uso de maquinaria industrial. Llamados así por el tejedor Ned Ludd, los luditas temían que la mecanización los reemplazaría. Desde entonces, hemos visto preocupaciones similares sobre las tendencias tecnológicas que van desde la mecanización en la agricultura hasta las herramientas de escritura basadas en IA. Hoy, la palabra ‘ludita’ ha llegado a describir a cualquiera que se oponga a la tecnología.
Los economistas también tienen un nombre para estas preocupaciones sobre la erosión del empleo. Lo llaman la falacia ludita. Se deriva de una visión simplista de la innovación tecnológica y su efecto en el mercado laboral, ignorando los matices.
La automatización robótica puede ayudar con la escasez de trabajadores
El primer matiz es la oferta de trabajadores. Los robots solo pueden tomar trabajos de personas si hay personas para llenarlos en primer lugar. La cantidad de empleados disponibles y dispuestos, particularmente en la industria manufacturera, ha estado cayendo constantemente durante algún tiempo.
Transformación del trabajo, no eliminación
Cuando las personas no están disponibles para trabajar, la automatización puede llenar esos vacíos. Eso mantiene fuertes a las empresas y genera más puestos de trabajo para quienes los quieren. Ese es el otro hecho que a menudo se pasa por alto sobre la automatización; en lugar de simplemente eliminar trabajos, los cambia.
Los robots desplazan algunos roles pero crean otros. Según un estudio de la escuela de negocios Wharton, la automatización robótica aumenta la productividad en las empresas que la adoptan.
Aquellos preocupados por la pérdida de empleo ignoran este efecto compensatorio. El Foro Económico Mundial estudió esto en su informe Future of Jobs 2020 . Se prevé que para 2025, la automatización dará como resultado un aumento neto de 12 millones de puestos de trabajo en lugar de una pérdida neta.
Mejorando a los trabajadores humanos
La discusión hasta ahora se ha centrado en el desplazamiento laboral. Pero ¿qué pasa con la mejora del trabajo? Muchos procesos no pueden ser reemplazados completamente por robots. Los ejecutivos de la Asociación para el Avance de la Automatización señalan que solo el 10% de los trabajos son completamente automatizables.
En cambio, es probable que los robots hagan que los trabajadores existentes sean más productivos. Por ejemplo, hay algunos procesos en los que los humanos a menudo son mejores que los robots en la actualidad. Muchos de estos, como verificar y reparar costuras inadecuadas en un componente del producto, no ocurren de manera lo suficientemente consistente como para automatizar. Los robots pueden automatizar las tareas que respaldan estos procesos más matizados, liberando a los trabajadores humanos del trabajo cotidiano para que se concentren en agregar valor donde más se necesita.
La automatización robótica ha revolucionado muchas grandes empresas. Ahora, está haciendo lo mismo para los más pequeños mientras hace que el trabajo sea más seguro y mejor para los empleados. La planificación para la máxima productividad debe ir de la mano con un reconocimiento del talento humano y un plan de crecimiento para aprovechar y potenciar las habilidades de los empleados. Los robots pueden aumentar la productividad, pero las personas son y siempre serán el mayor activo de una organización.
